La sexualidad es un aspecto fundamental del ser humano, presente a lo largo de nuestra vida. Somos seres sexuados y no podemos dejar de serlo. Es una realidad que empieza desde que nacemos hasta que morimos. Está demostrado que el cáncer y su tratamiento tienen un significativo impacto negativo en la función y la satisfacción sexual sobre todo en la sexualidad femenina puesto que se producen ciertos cambios después de pasar un cáncer.
Uno de los problemas más comunes después del tratamiento para tratar el cáncer ginecológico es la sequedad vaginal, y ésta, puede causar dolor en las relaciones sexuales con penetración.
Se produce generalmente atrofia vaginal, inflamación, fibrosis, encogimiento y adelgazamiento del tejido, como consecuencia del descenso hormonal, muy común después de los tratamientos de quimioterapia y radioterapia.
El descenso hormonal perjudica la función sexual de las mujeres que reciben quimioterapia. Experimentan una disminución del placer debido a la reducción de la lubricación vaginal lo que provoca en un aumento de la incomodidad en las relaciones sexuales y tiene como consecuencia una pérdida del deseo sexual.
Pero ¿podemos lidiar con los cambios vaginales durante y después del tratamiento contra el cáncer?
La forma en que el cáncer afecta a cada mujer es diferente, no hay dos casos exactamente iguales, hay mujeres que encuentran el apoyo que necesitan en su pareja, amigos y familiares, pero aun así la atención psicológica por parte de un profesional ayudará a enfrentar el trauma físico y emocional que el cáncer ha podido provocar en la mujer.
- El ejercicio físico es muy recomendable para mejorar tanto el estado físico como emocional después de haber pasado por una experiencia que puede haber afectado en diversos aspectos de la vida de la mujer. Si has pasado por
- La fisioterapia de suelo pélvico te puede ayudar muchísimo en estos casos, ya que disponemos de técnicas y aparatología para ello, empezando por la valoracion del estado de la musculatura mediante Imagen ecografica, tratamiento de las cicatrices para mejorar las posibles adherencias, teràpia manual, biofeedback etc.
- Puedes usar un hidratante vaginal, como Palomacare o similar, 2-3 veces a la semana, independientemente de la actividad sexual. Estos son libres de estrógenos y funcionan para ayudar al tejido vaginal a recuperar su humedad natural. También se pueden utilizar en combinación con lubricantes
- Es de gran importància usar un lubricante vaginal durante la actividad sexual, hay muchas variedades, pero yo siempre recomiendo alguno con base acuosa, sin perfume, ya que puede irritar la zona en algunas mujeres.
- Para algunas mujeres, los estrógenos vaginales pueden ser efectivos, pero deberán ser recomendados por su ginecólogo oncólogo ,según antecedentes de cada mujer.
- Después de la radioterapia, el uso de dilatadores ayuda a mantener la vagina abierta y disminuye las cicatrices, haciendo que las relaciones sexuales/penetración, así como los exámenes vaginales, sean más cómodos.
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Tal y como hemos mencionado antes, no hay dos casos iguales, por lo que merecería una valoración y un tratamiento individualizado. No dudes en ponerte en contacto con nosotras (Cristina y Vanesa) para cualquier duda que tengas.
