El estreñimiento es el enemigo silencioso del suelo pélvico ya que puede tener influencia negativa sobre él sin a penas darnos cuenta.
Mucha gente piensa que el estreñimiento sólo lo padecen aquellas personas que pasan días sin ir al baño, pero lo que no saben es que quienes van todos los días, pero tienen que pujar y hacer esfuerzo para lograrlo, también sufren de estreñimiento.
Lo peor de este síntoma es que especialmente en la mujer puede provocar un debilitamiento progresivo del suelo pélvico por esos forzosos pujos, pudiendo provocar entre otras patologías: pérdidas de orina; aunque sean pequeños escapes en el momento de estornudar, reír, correr, saltar.
¿Pero cómo consigo mejorar ese estreñimiento? ¿Qué soluciones tenemos?
1- Adopta una buena postura en el momento de evacuar, al sentarte coloca los codos en las rodillas, mantén tu espalda recta y ligeramente inclinada hacia delante, apoya los pies en un taburete pequeño, de forma que las rodillas queden un poco más altas que la cadera, pues es la forma en la que la ampolla rectal que es el último tramo por donde tienen que pasar las heces se quede verticalizado, facilitando así el paso.
2- No retengas la respiración, respira tranquilamente, inspira por la nariz y suelta el aire de forma frenada por la boca. Puedes hacerlo con los labios ligeramente apretados, cogiendo una pajita, o con el puño; facilitarás así una mejor activación del transverso abdominal. Durante esa exhalación debes observar que se está hundiendo tu abdomen de forma progresiva sin tensiones, y a la vez relaja tus esfínteres para conseguir la evacuación.
3- Haz ejercicio de forma habitual, de esa forma evitarás que tu transito intestinal se enlentezca.
4- Mantén una alimentación saludable que sea rica en fibras, toma fruta, verdura.
5- Hidrátate, el agua es fundamental para que la fibra haga su función y también lo es para que las deposiciones sean más ligeras y se eliminen sin esfuerzo.
6- No pospongas las ganas de evacuar, porque cuando llegan las heces al recto, nuestro cuerpo nos manda una señal de llenado que debemos atender, yendo al servicio y evacuando las heces, pero si no es el momento, no hay un baño cerca, o tengo la mala costumbre de no acudir cuando estoy en el trabajo, lo que va a ocurrir es que el recto se va a acomodar a esa sensación y va a decir pues ya te daré otra vez ese aviso, ¿cuándo? No se sabe, puede ser esta noche cuando llegues a casa, puede ser que pasen dos días hasta que tu recto te vuelva a decir…. ¡Oye! Han llegado más heces necesito evacuar, por tanto, ¡que pasa! Que cuando se van acumulando más y más heces, las paredes del recto se van distendiendo, y si esto se produce de manera habitual, vas a necesitar más llenado para que tu cuerpo te avise de que tiene ganas de ir al baño, además como el recto es una zona de paso y no un almacén, estas heces se van resecando y volviendo más duras, siendo así más difícil la evacuación.
Habitualmente el estreñimiento se puede solucionar realizando cambios en los hábitos de vida, así que si tienes este problema ya tienes algunas pautas que puedes seguir. ¿Lo intentas?
EL BLOG DE VANESA VALLET
¿Sabes realmente si padeces de estreñimiento?
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